Resumen del libro
Vivimos tiempos de movilizaciones, protestas e indignaciones, sin embargo todavía no se han conseguido construir filosofías políticas críticas, que den cuenta de la indignación y el malestar social. Estamos en un status nascendi, cuya dinámica de expansión no ha llegado todavía a su fin. Quizá haya que recuperar algunos de los elementos colectivos y comunitarios de las utopías emancipadoras de los siglos XIX y XX, así como incorporar otros nuevos espacios de inclusión y participación ciudadana. En cualquier caso, la teoría política y jurídica de la actual indignación social está por construir.
Han aparecido nuevos protagonistas sociales, con demandas de valores más allá de exigencias materiales concretas, que encuentran dificultades para expresarse dentro de las tradicionales estructuras del Estado de Derecho. Esto, más allá de la reacción emotiva de la indignación en busca de justicia, supone un reto al funcionamiento de nuestras democracias, así como a los derechos y libertades que en ellas han de garantizarse. Nuevos sujetos, que expresan demandas de valores y de espacios públicos comunitarios, plantean un jaque mate a la estructuración de la autonomía individual y colectiva de nuestras sociedades.
El reto ahora está en saber si, y cómo, están preparadas nuestras democracias modernas para afrontar estas escisiones que la globalización ha introducido en el tejido social.
La cultura occidental moderna –impregnada del universalismo judeo-cristiano– se ha visto condicionada a desenvolverse en dos direcciones contrapuestas: o bien, ha intentado alcanzar una unidad superior mediante el presupuesto epistemológico de la reductium ad unum, intentando marginar, ocultar, reducir o inferiorizar las diferencias que pudieran amenazar a aquélla; o bien ha pretendido ontologizar, absolutizar y sacralizar las diferencias por sí mismas de manera exclusiva y excluyente, siendo éstas incapaces entonces de conseguir un punto de unidad compartido, de encuentro, de armonía o de diálogo y convivencia.
Lo que se pretende poner de manifiesto es que entre los conceptos de universalidad e interculturalidad debería existir, más que una tensión dialéctica o de enfrentamiento de elementos contrarios, una tensión dialógica o relacional, en la que una se dirige hacia la otra y viceversa. No deben entenderse como conceptos opuestos, sino como conceptos que reflejan diferentes aspectos de un mismo proceso cognitivo. La universalidad de los derechos humanos se encuentra frente y en dirección hacia la polifonía cultural del mundo. Mientras que las diferencias culturales y de civilizaciones tienden siempre hacia la construcción de valores comunes y éticas universales…
CAPÍTULO 1. UNIVERSALIDAD VERSUS INTERCULTURALIDAD
Derechos Humanos. Código de justicia del mundo occidental moderno
Del mito occidental al antiuniversalismo
Los Derechos en la formación del Vínculo Social
CAPÍTULO 2. INTERCULTURALIDAD VERSUS UNIVERSALIDAD
La tensión del pluralismo: el conflicto inevitable
El pluralismo de los universales contrapuestos: el elogio de los encuentros
Pluralismo versus Pluralidad
La cultura. Entre textos y contextos
¿Una cultura universal?
La Interculturalidad
CAPÍTULO 3. UNA TEORÍA CRÍTICA E IMPURA DE LOS DERECHOS HUMANOS
Perspectiva “crítica”
Teoría crítica de los Derechos Humanos
Metodología relacional y dialógica
CAPÍTULO 4. LA GESTIÓN DEL PLURALISMO Y LA DIVERSIDAD
De las teorías frentistas a las teorías del diálogo
La gestión política del Multiculturalismo
La universalidad de los Derechos Humanos y el “diálogo entre culturas”
Claves para el Diálogo Intercultural
Dimensión emancipadora del diálogo entre culturas y de los derechos humanos
No es la Tolerancia, es la Emancipación
CAPÍTULO 5. EL AJUSTE NEOLIBERAL A LOS DERECHOS
Cambio fundacional
El ajuste social a la Constitución material
Desregulación: la técnica jurídica de la globalización
Desregulación de Derechos: anomia social
Liberalizar vesus Privatizar
Los derechos sociales tras la globalización
Nuevo pacto global entre economía y sociedad: un new deal equitativo
Tránsito paradigmático
CAPÍTULO 6. AUSTERIDAD ECONÓMICA Y AUTORITARISMO POLÍTICO: EL PEOR ESCENARIO POSIBLE
Democracia en suspenso
Derechización de la Sociedad
Demanda de valores
La privatización del vínculo social
CAPÍTULO 7. UNA “JUSTICIA GLOBAL TRANSNACIO-NAL” EN TIEMPOS DE GLOBALIZACIÓN
Fallos en el sistema global
Un sistema en red, rizomático
Multiplicidad de campos jurídicos
Nuevo paradigma para los derechos humanos
Desglobalizar la ideología neoliberal de la globalización
Democracia incompleta versus Democracia interrumpida
Represión de la disidencia
Resistir para regenerar la democracia: ¿una demo-cracia post-neoliberal?
Comentarios
Durante decadas se ha pensado que el proceso de globalización "neoliberal" era imparable e integrador para todo el mundo, imponiendo un nuevo orden global; pero estamos comprobando que esto no es así y que los efectos negativos de esta globalización son evidentes, estancamiento, pobreza, desigualdad socieconómica, erosión de las relaciones sociales, quiebra de la legalidad... La autora llega a la conclusión que de lo que se trataría de hacer en estos momentos es iniciar el camino de la desgolbalización neoliberal y neoconservadora que ha gestionado hasta ahora el proceso de globalización cuyo fracaso va siendo evidente. El mundo necesita dar un impulso ético y político a la globalizaciónn con criterios de justicia global: conciencia medioambiental, desarrollo sostenible, consumo responsable, reparto solidario de la riqueza y de los recursos naturales, respeto por los derechos de los seres humanos, por la diversidad cultural y biológica del mundo,... en definitiva buscar y gestionar otra globalización jurídica y política que promueva una integración transnacional menos desigual, más ética y solidaria