Como refirió Kant, un sistema es la “unidad de diversas conclusiones bajo una idea”. Sólo aquellas disciplinas con un campo de conocimiento estructurado pueden ser llamadas ciencias. Lo anterior se aplica a la doctrina del Derecho Penal al igual que sucede con el resto de ciencias de su entorno. De acuerdo con ello, el punto central del presente artículo consiste en determinar lo que la doctrina debe hacer para cumplir con semejante requisito, lo cual puede resumirse en la consecución de tres grandes objetivos. Primero, desarrollar una legitimación de la pena. Segundo, adaptar el concepto de delito a la justificación de la pena para que delito y castigo caminen en una misma dirección. En tercer lugar, verificar un método que permita desarrollar una estructura racional del concepto de delito y sus elementos. La doctrina dominante en Alemania no ha alcanzado aún esas metas. De manera contraria a lo anterior, el presente artículo busca verificar un concepto de delito construido sobre las bases sistemáticas y científicas que rigen la teoría jurídica del Derecho.

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